jueves, 15 de septiembre de 2011

Yo nunca he...

Volvía a casa después de trabajar. Dirigí al taxista hacia mi calle, diciéndole que tenía que coger la esquina del McDonald’s. Su respuesta: no sé dónde está porque nunca he comido en un sitio de esos.

Estupendo, señor. Tampoco le había pedido esa información. Me parece maravilloso que usted cuide su dieta, que se alimente equilibradamente, que tome sus tres raciones diarias de fruta y verdura, que tome lácteos y pescado azul y que haya descubierto que el tomate es un gran antioxidante. Lo digo en serio, me parece genial que su analítica sea de diez, pero…yo solamente le había indicado por dónde se va a mi casa.

No entiendo esta manía de algunas personas de añadir informaciones superfluas, innecesarias, como para darse a conocer. Señor taxista, si yo quisiera conocerle un poquito más, empezaría preguntándole su nombre, por ejemplo, que es un dato que me gusta saber de la gente antes que saber lo que comen. Así lo hago con otros compañeros suyos que me traen a casa cada noche.

Pero si empezamos a conocernos porque usted me mira mal y me habla en tono despectivo de un McDonald’s, que por cierto, yo tampoco frecuento, como si yo que se lo indico para que no se vuelva usted loco con el GPS ese de los demonios, que tarda más en poner la calle que en llegar a mi casa, lo hiciese porque es mi restaurante favorito, mal empezamos para hacernos amigos.

A esta gente me dan ganas de gritarle… ¡que no me importa! Luego, me doy cuenta de que quizás me alteren demasiado este tipo de comentarios. Hay más, además de la gente que dice que no como hamburguesas prefabricadas. Están también los de Gran Hermano. “Ay, no, yo es que nunca he visto Gran Hermano”. Pues o tienes la televisión apagada de sol a sol, o no la tienes, pero si no puedes afirmar ninguna de estas dos cosas, mientes.

Porque otra cosa no, pero Telecinco, repetir a todas horas y en todos los programas sus must de los realitys, eso se le da genial. De hecho, creo que este verano vi más a Amador Mohedano abrazarse en el suelo de la playa con Rosa Benito que a la frutera de mi barrio. Por cierto, ya que estamos, ¿también pensasteis por un momento que la Venenito iba a morir aplastada?

En resumen, me parece estupendo el que va al McDonald’s una vez a la semana, me encanta el que va y pide una ensalada, me parece genial los que ven Gran Hermano 24 horas, y también los que se saben el nombre de todos los concursantes, de todas las ediciones, y las relaciones entre ellos (esto merecería un premio, de hecho), y claro está, me parece igual de bien, que usted, amigo del taxi, no vaya nunca a comer un big mac; igual que me pongo contenta con los que escuchan la radio y no tienen tele para ver realitys en casa.

Pero de todas maneras, no son datos que me apetezca saber de la gente que acabo de conocer. De hecho, en el taxi, después de la respuesta del taxista, ordené en una lista a mis amigos entre los que comerían en un McDonald’s y los que no, y todavía tengo dudas…

Y a todo esto…este señor sabe qué es ese restaurante, por tanto, podría saber dónde está aunque nunca entrase, o a caso porque yo nunca haya dado las campanadas de Nochevieja, ¿ya no puedo saber dónde está la Puerta del Sol?

3 comentarios:

  1. y pensar que un taxista como ese,puede ser seguidor tuyo de twitter o de blog o amigo de feisbur,Adriana!! ;)

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  2. creo que lo mismo que escribí, lo vio en mi cara :)

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  3. Una chatina sorprendida20 de septiembre de 2011, 11:37

    Hola ¿dónde la llevo? Podemos ir a mi casa y comer un big mag mientras comentamos GH, mi nombre ya se lo diré otro día...
    Adriana, ¡ Esta faceta no la conocía! ¡Felicidades!

    Fdo: ----<---@

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