viernes, 25 de septiembre de 2009

Un amigo, un cumpleaños

Amigos. Amigas. Amiguísimos. Amiguísimas. Conocidos. Conocidas. Colegas. No tan colegas. Gente. Más gente. Mucha más gente.
Gente que pasa a nuestro lado, que permanece a nuestro lado, que se va...No vivimos tan sólo nuestra vida, sino las vidas de quiénes nos rodean entrelazadas con la nuestra, una y otra vez. Una sonrisa puede ser en soledad, pero siempre es mejor con dedicatoria, con una mirada delante que te la devuelva. Y entonces es cuando sonríes de verdad.
Esa gente que ya ha dejado de serlo, que ya no es gente, que ha pasado de ser alguien a ser "ese alguien", ese amigo, esa persona que te acompaña, aunque no sea necesario que se repita eso de estoy ahí, pues se está...porque te conoces desde pequeño, porque te sabes su vida, y él la tuya, porque no te sabes todo, pero siempre descubres algo.
No se trata sólo de ayuda cuando lo necesitas, ni de compartir risas cuando la noche te envuelve, se trata de caminar en paralelo, uno al lado del otro, sin que sean necesarias más que las palabras justas...porque a veces las palabras, los puñados de palabras, no son del todo necesarios y basta con una mirada, con una cosquilla, con una palmada, con un toque en el hombro para que esa sonrisa compartida dure para siempre.
Y es así como se conservan los amigos, no hace falta meterlos en un frasco, ni ponerles una tapa, ni tan siquiera un poquito de papel albal...basta con caminar al lado pero siempre teniendo ganas de que tu caminito se cruce con su caminito de cuando en cuando...un paralelo con encontronazos, con ganas de entrelazar vidas...porque una vida son muchas vidas.

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