tag:blogger.com,1999:blog-70747727144320044512024-03-08T11:16:17.025-08:00un puñado de palabras...Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.comBlogger31125tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-78738232293212054842015-02-25T16:18:00.003-08:002015-02-25T16:21:04.078-08:00Nunca te duermas enfadado<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Posiblemente sea uno de los mejores consejos que me
hayan dado. Reconozco que no lo cumplo siempre, y reconozco también que cuando
no lo hago, me siento mal. Me acuerdo de ella. La recuerdo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La conocí por casualidad. Como casi todas las cosas
importantes que ocurren en la vida. Llegó como una amiga y se quedó. Se quedó
al menos dentro de mis pensamientos, a pesar de las pocas veces que
coincidimos. Bastaron tres viajes: Madrid (la parada de todos su viajes de
cuento), Santander (donde descubrí un lugar que podría ser el plató de
una película romántica: La Maruca), Lugo (donde fue una de las invitadas
estrella de “la boda”). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Paseé a su lado, la escuché, y sobre todo, me reí con
ella. Me reí porque sus palabras tenían gracia, y me sonreí porque sus palabras
tenían experiencia, y ganas de compartir. Porque desde el primer momento en que
nos conocimos y nos dimos dos besos, me hizo sentir que formábamos parte de la
misma vida. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y es verdad. Todos formamos parte de la misma vida,
aunque tratemos de ser cada uno tan auténtico. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Hace poco me enteré de que ese consejo, el que yo creía
que era <i>mi</i> consejo y que me encargué
de propagar haciéndome la interesante, soltando aquello de “tengo una amiga que
me dijo una vez…” resulta que aquel consejo no era exclusivo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No era solo mío. No era solo para mí y no significaba
que Carmen hubiera visto delante de ella a una pareja con mucho carácter. Era <i>su</i> consejo. El consejo que repartía a
todas aquellas parejas que la rodeaban y que ella sentía parte de su vida. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En contra de sentirme una más, me sentí muy especial.
Carmen me había sentido suya. Así que las dos habíamos sentido lo mismo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Reconozco que pensé que ella lo tenía muy fácil: no me
imagino que alguien pueda dormir enfadado al lado de Emilio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"><span style="color: #783f04; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Y es ahora, cuando el refrán cobra más sentido que nunca-
<i>uno no sabe lo que tiene hasta que lo
pierde</i>- cuando me doy cuenta de que debimos hacerle más caso, cuando pienso
que nunca me voy a volver a dormir enfadada, cuando creo que es el mejor de los
homenajes.</span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-59414876971497528152014-09-16T16:18:00.001-07:002014-09-16T16:18:31.455-07:00Del tobogán y otras batallas...<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Los parques infantiles. Esos lugares. Los hay metidos
en la ciudad, tan metidos que cuando no tienes hijos ni reparas que hay un
cuadrado rodeado de vallas de colores que incluye dentro, a saber: tobogán, red
para trepar y balancín para dos niños. Suelo, de goma, de ese de ahora moderno,
a prueba de golpes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">El suelo previene de golpes, eso es verdad. Los he
visto caerse de todas las edades y desde todas las alturas, y nunca ha pasado
nada grave. Pero es que el suelo no lo es todo. Teniendo en cuenta que estos
parques tienen unas edades límite que no se cumplen…primer problema. Niños
preadolescente corriendo detrás de una pelota enfrentados a pequeños de un año
que empiezan a caminar. La guerra.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Uno percibe que es la guerra cuando ve la trinchera. La
trinchera es un banco, que está justo en medio del cuadrado, sobre un espacio
de suelo que no está dulcificado. Allí están ellos: los padres. Padres y madres
y abuelos y abuelas y niñeras. De todas las edades, que para esto no hay
límites, y si los hubiera tampoco se cumplirían. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Existen dos clasificaciones: la de los progenitores y
la de los infantes. Porque vayas cuando vayas, sea el día que sea y la hora que
sea…siempre hay uno de cada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Podría hacer la clasificación de los niños, pero es
complejo porque entran edades, personalidades aún sin formar y distintos
elementos…como por ejemplo, quiénes son sus acompañantes en el parque.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Por eso, hablemos solamente de los padres. Los primeros
a los que se ve cuando uno de acerca a la trinchera es a los de la pandilla.
Cuchipandi, chupipandi o tertulia de sabios, llámese como quiera. Esta es la
típica reunión de padres de niños, que o bien se conocen de las guarderías (no
soy tan mamá moderna para llamarle escuela infantil) y colegios. Otros se
conocen simplemente de verse cada tarde en el mismo parque. Pero han hecho
piña. Se supone que unos vigilan a los hijos de los otros y que así todo está
más controlado. La realidad es que aquello se suele convertir en una
conversación sin fin (que da igual el día que vayas y a la hora que vayas,
siempre está en el mismo punto) que incluye siempre coletillas del tipo: “pues
el mío..”, “pues a esa edad el mío ya…”, “ten cuidado si te hace eso porque una
vez leí que…” etcétera. Y la realidad también es que los hijos de los
tertulianos suelen ser los que siempre se meten en algún lío porque los padres,
a base de tanto reflexionar sobre la maternidad, paternidad y derivados, se han
olvidado de echar un ojo a sus polluelos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Este grupo de padres no son de fácil acceso. No puedes convertirte
en uno de ellos hasta que pasa una buena temporada, has podido hacer algún
comentario en la conversación y les has parecido una buena colaboradora. Sobra
decir que estoy fuera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Otra agrupación es la de las niñeras. Es menos frecuente,
porque a ellas les gusta ir por libre, pero en ocasiones se reúnen varias para
hablar con bastante cariño siempre de los niños de los que se ocupan. Las veo
por lo general atentas y contentas. Incluso orgullosas de sus pequeños que casi
siempre tienen rasgos físicos absolutamente opuestos a ellas. ¿Será requisito
para contratar? <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Las niñeras que van por libre suelen interactuar con
las madres sueltas. Las madres sueltas son esas que no entran dentro de la
tertulia de sabios. Que van al parque con su retoño, le ayudan a subir al
balancín y se plantan o en una esquina del parque mirando el whatsapp o
perennes al lado del pequeño en cuestión en clara alusión al término que
aprendí en la SER: madre helicóptero.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Los padres sueltos también existen. Suelen ser papás de
hoy, entusiastas con sus pequeños, los lanzan al vuelo entre sus brazos y los animan
a trepar más alto por la red. Los besan. Los adoran y los muestran a los demás.
Cuando no hablan de mamá son separados, y cuando miran con frecuencia el móvil
y el reloj, están esperándola o temiendo llegar tarde a casa, aunque vuelvan del
parque. A las madres sueltas no se las distingue: pueden ser o no familia
monoparental, nunca se sabe. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Pocos casos se dan de acercamiento entre padre suelto y
madre suelta. Se hablan, hablan de sus niños, pero no intercambian miradas. La
mirada fija en el tobogán. Eso es así. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Los clásicos también existen. Llevan camisa y mocasines.
Ellas vestido recto. Es una frivolidad y un prejuicio pero es. Vienen de
trabajar y van al parque. Suelen buscar una terraza aledaña para tomar algo
mientras los peques están en el parque y entre ellos, si es que van juntos
padres y madre, suelen estar enfadados. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Enfados también hay muchos en los parques. Entre padre
y madre. Entre madres y padres de niños distintos no suele haber mucho lío. Hay
como una especie de ley no escrita: tu niño le pega al mío, o lo empuja, pero
somos razonables los adultos y sabemos que son cosas de críos. También se
comparten mucho los juguetes. Eso sí, cuando se va el dueño de Pocoyó, la madre
reclama al muñeco azul como si fuera otro hijo suyo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Luego están los abuelos. Esos héroes que siguen
corriendo tras unos nietos que les sacan ventaja física pero casi nunca
educacional. Algunos, hastiados, se sientan en la trinchera, en una esquina que
les permite la tertulia. No participan. Se abstraen mirando a su nieto o a otros
niños. Preguntan siempre la edad del tuyo. Y creen que nunca meriendan
demasiado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Luego está el padre nacido en los 70 que considera que
los parques son un lugar peligrosísimo a pesar de que en el que jugaba él de
pequeño el tétanos era lo mínimo que podía contraer un menor…<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="color: #783f04;">Pero esa es otra historia…</span><o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-38438329756318754862013-08-06T16:20:00.001-07:002013-08-06T16:20:22.544-07:00Una historia de amor en la consulta de Hematología<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Había una
vez una chica que llevaba una vida normal para su edad: familia, estudios,
amigos…hasta que un día su vida se dirigió al borde de un acantilado. Si daba
unos cuantos pasos no pasaría nada pero si se mantenía quieta, sin moverse,
corría el riesgo de caer pendiente abajo hasta el precipicio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Tan
inesperado fue casi no sabía de lo que le hablaban…un dolor, malestar, un
cansancio raro y unas pruebas. Todo eso dio lugar a una enfermedad que no sabía
ni que podía existir en un cuerpo de 19 años. Y entonces, en ese preciso
instante, apareció él: hombre alto, apuesto, elegante. Serio, con una media
sonrisa bajo un espeso bigote que obligaba a quien tuviera delante a quererlo
casi desde el comienzo de la conversación. Desde ese momento se convirtió en guía,
tranquilidad y realidad de esa muchachita menuda. Era el doctor González. No le
daba vueltas a las cosas, era directo y aunque tremendamente científico, con
una capacidad asombrosa para explicar el mundo de las células como nunca antes
había escuchado ella…Poco a poco comenzó a comprenderlo todo, gracias a él.
Básicamente salió de aquel despacho, de aquella consulta, sabiendo que por
delante tenía un año complicado pero lo complicado sería no hacer nada, porque
podía ser el fin de todo. Así se lo hizo saber aquel hombre que hasta ese
momento, no era nadie en su vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Comprendió
que se llevarían bien en el momento en que ella le preguntó el nombre exacto de
su enfermedad y él se la apuntó en un papel a mano, con boli, con una letra
maravillosamente legible para llevar una bata blanca y mientras escribía, le
dijo entre dientes: ni se te ocurra meterte en Internet. Ella sonrío haciendo
ver que la habían pillado. Y claro, se metió en Internet. Y en la consulta
siguiente tenía un ejército de preguntas que disparar contra González (ya le
había pasado a llamar así, sin el doctor delante, como queriendo obviar qué les
había llevado allí). Y él, paciente en lugar de médico, la sentó en una silla,
la miró a los ojos y le explicó exactamente cada uno de los pasos que iban a
dar juntos, si ella quería. Ella aceptó, segura de que aquel hombre que tenía
delante iba a hacer que todas sus células malignas se fueran de su cuerpo de
chavalita que tenía mucho que vivir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Y así fue,
y en todo el proceso, el camino que recorrieron juntos, no tuvo ni una sola
duda de que él estaba haciendo todo lo que tenía que hacer, de que él iba a
poner la Medicina en sus manos para que se cumpliera aquel 99.9% de curación
que él le dijo la primera vez que se vieron. Y el camino, se lo aseguro, no fue
fácil. Pero no estamos aquí para hablar de eso, no hablemos del camino, sino
del guía. El que hizo que esa tremenda cuesta arriba no lo fuera tanto, el que
aseguró que la vida era lo primero y que la Medicina estaba al alcance de
aquella joven, y el que cuidó, mimó y atendió incluso hasta en su teléfono
particular a aquella chica que, incluso sin pelo, estaba guapa, en palabras de
él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Tanto fue
así, que pasado aquel fatídico año y cuando él, respirando alto y aliviado, le
dijo las tres palabras mágicas: “tienes el alta”, ella lo siguió queriendo y
decidió que era a él a quien quería ver primero cada seis meses, luego cada año…cada
verano tenían una cita que a ella no le hacía mucha ilusión, porque le
recordaba aquella historia pasada pero él siempre estaba allí para sacarle una
sonrisa, para recordarle que todo había pasado y para emocionarla diciéndole lo
bien que lo había hecho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Y así
siguieron muchos años, hasta que en una de esas consultas ella le hizo una pregunta,
y tembló mientras recibía la respuesta, y lloró al salir. Sí, le dijo González:
tienes las mismas posibilidades que cualquier chica de tu edad, asumes solo
algún riesgo más. Y prácticamente nueve meses después llegó un bebé precioso, y
sanísimo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Él lo supo,
y la noticia le causó alegría, pero la ilusión de ella era que se conocieran.
Iba a ser este año, en su cita anual, pero las paradojas de la vida y de la
muerte, hicieron que él tuviera que luchar mano a mano con quién más conocía:
esa enfermedad otra vez. No perdió la batalla, porque los hombres así nunca
pierden. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Él combatió
tantas veces que lleva en su marcador más partidos ganados que perdidos, y el
de la joven es uno de ellos. Su historia de amor médico-paciente no se ha
terminado aunque él no esté porque ella, hace ya diez años, decidió que lo iba
a amar para siempre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Descanse en
paz, doctor González.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-79580439399016539082013-07-15T16:08:00.003-07:002013-07-15T16:08:36.284-07:00Amor a Lugo y amor lucense<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Las
sensaciones son de lo más variado cuando uno regresa al lugar donde nació. Pese
a que el maestro Sabina dice que “al lugar donde has sido feliz no debieras
tratar de volver”, a mí me encanta regresar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Eso sí,
debo reconocer que esa sensación de esta es mi tierra, estos son mis orígenes
no existe en mí. Para mí Lugo significa demasiadas cosas como pararme a pensar
en que es mi matriz. Lugo son las calles donde corrí, donde reí, donde lloré…las
casas, todas las casas en las que disfruté de comida y conversación a partes
iguales. Lugo es mi infancia y mis amagos de suicidio en patines por Germán
Alonso mientras mi abuela gritaba detrás (el tío Manolo tiene la culpa). Lugo
es mi madre y sus carreras eternas Dieciocho de Julio arriba, Dieciocho de
Julio abajo para que nunca estuviera sola. Lugo son también mis meriendas en
Petit haciéndome la hermana mayor. Lugo
es Alberto y es a las dos me paso por Chuché.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Pero desde
hace unos años…no diré cuántos…Lugo es una mañana con un croissant y una
perrita saludando desde el periódico, Lugo es ese lugar donde (ya lo sabía yo)
apareció él. Nos conocíamos desde hace años, pero ese día, esa noche, era
nuestro día. Siempre me había resultado curioso ese chico rizado de grandes
brazadas y voz grave. Curioso sí, pero de ahí a pensar en formar una familia
con él…pues no, eso sí que no. Pero…tenía que ser de Lugo. Tenía que aumentar
mis sensaciones al pasar por delante de Franciscanos. Doce años allí dentro
para terminar casándome con el hijo de mi profesora de párvulos, con el que,
por cierto, no coincidí en el colegio. Tiene más sentido así: son recuerdos
sumados a recuerdos. Es Lugo sobre Lugo, en estado puro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif";">Ahora Lugo
es un lugar de vacaciones, de fines de semana interminables y agotadores entre
casas y comidas…y de amor. Amor por parte de todas esas casas, amor por parte
de todas esas vidas cruzadas y amor por parte de cada rincón que me recuerda
que allí nací, allí crecí y allí encontré al compañero de mi vida. Amor por
parte del amor que pasea incansable cada rincón de la ciudad empeñado en que
ese pequeño ser que hemos creado (y que me pregunto cada día dónde ha estado
todos estos años) sepa de dónde son sus papás. <o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-23801878808718211862012-03-26T03:43:00.000-07:002012-03-26T03:44:23.958-07:00Otro tipo de prostitución<p class="MsoNormal"><span style="color: rgb(152, 72, 6); font-family: Vrinda; font-size: 12pt; line-height: 115%; ">Vaya por delante mi profundo respeto y admiración hacia las prostitutas, pero a las de verdad, a las que se dejan la piel (literalmente) en su profesión (que lo es).</span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Pero de un tiempo a esta parte observo que existe un nuevo modelo, digamos un nuevo estilo de vida, que yo creía abandonado, agotado de tanto usarlo, en generaciones anteriores, pero que he redescubierto en jóvenes.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Jóvenes o medianos, que diría mi hermana, en un rango de treinta y largos a cuarenta y largos años. Ellos están casados con ellas y ellas con ellos desde hace diez, doce o catorce años, tienen uno o dos hijos en común y por lo que observo, no se plantean si son felices o no con su vida. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Ellos llevan casi siempre camisa y corbata y tienen algún puesto no importante<a href="file:///C:/Users/hiperplanet/Documents/IDEAS%20BLOG/Otro%20tipo%20de%20prostituci%C3%B3n.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; color: rgb(152, 72, 6); ">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>, pero que a ellas les sirve para hablar de ellos con importancia de tipo: es gestor o trabaja en una oficina. Ellas tienen trabajo, normalmente en el que no llevan traje, pero que les sirve para autodenominarse mujeres de hoy en día que trabajan fuera y dentro de casa, cuidan a sus hijos y aguantan a sus maridos. Superwoman. Ellas suelen tener unos sueldos que complementan a los de sus maridos, inferiores a los de ellos y que en ningún caso, les servirían para llevar el nivel de vida que han alcanzado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Y es que tanto ellos como ellas como sus retoños visten de marca, se van varias veces al año de vacaciones y comen y cenan en buenos restaurantes. Los hay que incluso envían a sus hijos a colegios privados.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Eso sí, en esos restaurantes o cafeterías a los que van con sus amigos, se sientan las mujeres por un lado y los hombres por otro. Ellas hablan de lo mal que combinan ellos los <i>gallumbos</i> (si lo dice Nancho Novo, yo también) con la camisa si ellas no se lo dejan preparado y ellos beben unos cuantos cubatas mientras babean hacia la camarera de turno y los hijos de todos juegan en otra mesa o fuera de la cafetería. Es un sábado cualquiera. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">No les verás acercarse, besarse, dedicarse una palabra de amor o cogerse por la cintura. Los distinguirás por sus marcas de ropa a la vista y por algún que otro debate entre mujeres y hombres en plan Venus y Marte.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">A veces, ellos necesitan irse en grupo, solos, a disfrutar de esa vida que, o bien no vivieron en su momento, o bien echan de menos aunque no se lo hayan planteado nunca. Quieren beber, ligar, y olvidarse de que tienen mujeres, hijos y trabajos no vocacionales de lunes a viernes. Y lo hacen. A cambio, ellas solo necesitan dos cosas: un centro comercial y una tarjeta de crédito. Y si las amigas están con ellas, mejor.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">¿Que ellos llegan tarde, alcoholizados y sobre ellas planea la duda de una infidelidad? No importa. Ellas tienen alguna nueva prenda de ropa y un marido que el lunes, llevará camisa y zapatos brillantes. Cuando un servicio tiene a cambio una recompensa económica, se llama sueldo. Cuando el que te lo da no es tu jefe, sino tu marido, me remito al título de este artículo: hablamos de otro tipo de prostitución.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Eso sí, ellas tienen la suerte, frente a las prostitutas profesionales, de evitarse la parte sexual: la mayoría de estos matrimonios reconoce que el sexo ha dejado de ser algo habitual entre ellos. Es algo a cambio de algo: ventajas económicas y lo que ellas entienden por posición social a cambio de un matrimonio sin amor y con frecuentes faltas de respeto. Supongo que ellos obtienen sólo la parte social: el decir en la oficina “soy un hombre serio, casado y con hijos”.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Los he visto en ciudades pequeñas, ciudades grandes, capitales y pueblos, y algunos incluso nombrados en tramas de corrupción de esas que están tan de moda ahora. Algunos, por mantener esa posición que ellos consideran alta, como sus sueldos no alcanzaban, incluso se han manchado las manos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Otros, por esa regresión exagerada a la juventud, se han visto envueltos en tramas de droga y orgías. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Pero ellas siguen firmando documentos y siguen apoyándolos, a los que han caído los visitan en la cárcel, ataviadas con bailarinas de firma. La palabra divorcio, aquí, no existe.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128"> <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: Vrinda;color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128"><o:p> </o:p></span></p> <div style="font-family: Georgia, serif; line-height: normal; "><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all"> <hr align="left" size="1" width="33%"> <!--[endif]--> <div id="ftn1"> <p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/hiperplanet/Documents/IDEAS%20BLOG/Otro%20tipo%20de%20prostituci%C3%B3n.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size:10.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> Entiéndase la ironía de esta hija de peluquera y camarero</p> </div> </div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-25956571620469431582012-01-29T02:57:00.001-08:002012-01-29T02:58:21.112-08:00Somebody forget his Ray-Ban sunglasses?<p class="MsoNormal"><span style="color: rgb(227, 108, 10); font-family: Verdana, sans-serif; "><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="color: rgb(227, 108, 10); font-family: Verdana, sans-serif; ">Me encanta Jack Nicholson en Mejor Imposible, es más, me encantan sus gafas. Y me divierten y preocupan, a partes iguales, sus trastornos obsesivos.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Ahora bien, no recuerdo haber visto en la película que el protagonista sufriera del siguiente trastorno: da igual el clima, si te pones las Wayfarer ya no te las puedes quitar. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">No lo recordáis tampoco, ¿verdad? No estaba en el restaurante con las gafas, ni en casa, ni tan siquiera en el portal. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Pues debe venir este nuevo TOC en la funda de algunas Ray-Ban. Porque no es la primera vez, ni será la última, que veo a personas, chicos y chicas, absolutamente pegados a sus gafas de sol.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Las llevan incrustadas, no se las pueden quitar. Da igual que esté nublado, que empiece a llover o que estén dentro de una cafetería. Por no hablar del aeropuerto o de las estaciones del AVE. Ahí ya las luces de neón deben ser peores que el rayo de sol más nocivo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Seguro que vosotros también los habéis visto: oscuros, escondidos bajo sus gafas de sol, pegados a ellas. Pueden pedir una Coca-cola con ellas puestas, pueden ir por la calle jugándose la vida en un día oscuro, e incluso pueden tratar de mirarse en el espejo del portal, aún no sé muy bien cómo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">O el mundo está lleno de fotofóbicos y yo no lo sabía, o tienen un TOC llamado Ray-Ban, o son una nueva raza, con una visión más poderosa que la nuestra. Alguna de estas tres opciones debe ser.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Si no, ¿por qué?, ¿por qué las gafas de sol pegadas?, ¿por qué hacen como que no las llevan?, ¿por qué muchas de ellas son de la marca que llevaba Nicholson?<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Es cierto que las gafas de hoy en día son un complemento más de moda, pero para eso también están las gafas “de ver”, que hay quien lleva sin tener ni una dioptría, pero lo de las de sol me parece más grave porque limita la comunicación. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">El no poder mirar a los ojos de tu interlocutor es restar vías de expresión. Hay personas que, a pleno sol, se retiran las gafas para saludar, para mostrar sus ojos, para ver y dejarse ver.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Pero hablo hoy de sus contrarios, de los “érase una vez unas gafas de sol a un hombre pegadas”. A mí me parece que debe ser incomodísimo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Vi a dos chicos en una cafetería. Los dos, Wayfarer pegadas. Hablaban sólo entre ellos, gafa con gafa, él con un flequillo que le caía por encima de uno de los cristales, así que ya la reducción de la visión era increíble. Charlaban animados. Los observé sin bajar la mirada. Con mis gafas, de ver.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">De pronto, ¡oh! Un nuevo chico. ¡Oh! Sin gafas. La saluda a ella. Cafetería sin cristalera, luz artificial, siete de la tarde. Enero en Madrid. La miro, le dice hola, mueve un brazo. Y pienso que ahora sí, ahora se quitará las gafas. Para mi sorpresa, con ese brazo se atusa la melena (tonteo a la vista con un <i>singafas</i>) pero no se quita sus lentes.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";color:#E36C0A">Definitivamente, es un TOC. Si se quitase las gafas, podría ocurrir cualquier cosa. Incluso que la chalada que escribe sola en una mesa se ponga en pie y aplauda. <o:p></o:p></span></p>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-49660370076028551972012-01-15T17:00:00.000-08:002012-01-14T08:59:45.110-08:00Fuera de juego<p class="MsoNormal"></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Tengo la sensación últimamente de que la prima de riesgo es como el fuera de juego: por más que me la expliquen, sigo sin tenerlo del todo claro.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Escucho desde hace un tiempo la palabra tecnócrata. Se refiere a la persona que ocupa un cargo público prácticamente porque tiene conocimientos técnicos. En casi todos los casos se refieren a políticos, pero parece que esta definición se puede aplicar ahora a todos los que hablan o escriben en los medios de comunicación sobre asuntos como la prima de la que les hablaba.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Llevo tiempo pensando que algo falla. No puede ser que un periódico o una radio comuniquen más noticias que no se comprenden que noticias fáciles de entender. Pensaba que lo que habían explicado en la facultad servía de algo. Aquello de “las bases del estilo periodístico son: claridad, sencillez y precisión”. Ni una. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Creía que la función del periodista es hacer llegar al resto de ciudadanos lo que ocurre en el mundo, bien contado y sobre todo, bien explicado. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Y sin embargo, últimamente observo que para entender gran parte de las noticias (radio y prensa, dejemos aparte la televisión) tendría que haber estudiado Económicas. Y no me considero una ignorante, pero leo y escucho noticias demasiado complicadas. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Siempre me desagradaron las élites, en todos los sentidos, y más cuando se trata de una profesión como la nuestra que, además de todo, tiene una responsabilidad social. Si cumplimos esta responsabilidad, no tenemos que hablar y escribir para las élites, para los economistas o directivos varios, sino para los ciudadanos, para todos, porque el Euribor y el tipo de interés posiblemente afecten más al camarero que me acaba de poner el café (buenísimo, por cierto) que al director financiero de una gran empresa.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Pero este tema no pretendo abordarlo como lección de periodismo (sería demasiado valiente y pretencioso por mi parte), sino como una ciudadana de a pie a la que le gustaría entender de un modo más rápido lo que pasa en el mundo, lo que lee y lo que escucha. Quisiera poder comprender hasta las noticias más elaboradas.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Y para ello, no creo que sea necesario bajar el nivel, porque se puede explicar un tema correctamente ofreciéndolo bien escrito o narrado, con las palabras adecuadas, pero asequible para todas las mentes.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Las tertulias y los debates políticos, los artículos…deberían poner ejemplos, tener una introducción explicativa, no entrar bruscamente en esos temas y con esos términos que tanto cuesta comprender. Deberían tener en cuenta que vivimos en la sociedad de la prisa y que nadie dispone del tiempo suficiente como para coger una enciclopedia mientras escucha la radio o lee un editorial.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Las noticias las protagonizamos todos, afectan a todos, por tanto, todos debemos poder comprenderlos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Llevaba tiempo dándole vueltas a este asunto, pensando si estaría en lo correcto hasta que la fortuna de trabajar entre grandes profesionales me tocó con su varita. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Manuel Esteban, Manolete, se acercó a nuestra mesa haciendo esta misma reflexión. Y entonces lo vi claro: Manolete me explica el fuera de juego y lo entiendo perfectamente, pero lo hace, no pasa de puntillas, así que alguien debería pararse a tratar de explicarme la prima de riesgo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:"Verdana","sans-serif";mso-bidi-font-family: Vrinda;color:#E36C0A;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:191">Porque entre contar un cuento y dar una clase magistral existe el color gris. <o:p></o:p></span></p><p></p>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-42600117619230098942011-11-07T15:55:00.000-08:002011-11-07T15:57:15.349-08:00¿Esto es quitar la grasa?<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >Recuerdo que hace tiempo escribí sobre el erotismo de las tareas del hogar. Había una encuesta al respecto. La misma que debió leer Bigas Luna para marcarse semejante anuncio.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >Seguro que sabéis a cuál me refiero. Es una pareja, dándose toda clase de arrumacos, hasta que ella apoya su trasero y sus manos sobre una encimera que le parece sucia y saca un quita grasas del bolsillo que tiene entre las piernas. Él, para su proceso amoroso y se pone a “flisear” (flis flis) con el quita grasas para dejarlo todo como los chorros del oro. Y cuando acaba, sigue con su cometido sexual.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >Impresionante. Hay varios anuncios, en algunos, limpia zapatillas de deporte y en otro pone el lavavajillas. Pero el hilo conductor es el mismo. Yo supongo que a alguien quizás le parezca erótico. A mí desde luego, me parece peligroso.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >Peligroso por si a alguna chica le parece buena idea (como sale en la tele…) interrumpir un beso apasionado para limpiar, e igual de peligroso por si un chico cree que puede parar en un punto, limpiar y seguir como si no hubiese pasado nada o el tiempo se hubiera detenido. ¿Estamos locos?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >Me parece fenomenal la limpieza, abogo por ella e incluso estoy un poquito obsesionada con los brillos y la ausencia de polvo, pero de ahí a interrumpir mi intimidad por quitar la grasa de una encimera me parece excesivo. Y si es una metáfora, no la entiendo. Pero señor Bigas Luna, ¿qué ha entendido usted en esa encuesta que ambos leímos?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >La música está bien elegida, eso hay que reconocerlo, porque cada vez que sale, giro la cabeza para mirar de qué se trata hasta que me encuentro a esa pareja extraña que para de amarse para limpiar. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >No me gusta. Hemos protestado mil veces por las mujeres con la <i>arielita</i>, por las absurdeces del señor tan limpio ese que pisas y no deja huella, por ese mayordomo que aparece desde un bote de friega suelos (si me pasa esto algún día, infarto), y por las comparaciones de camisas blancas entre amigas, pero es que esto…no sé qué es peor. La pareja dejando de lado toda su lujuria para darse al fregoteo en el peor sentido de la palabra, que es fregar de verdad, y ella mirando como si le motivara que él esté limpiando sus zapatillas de deporte amarillas ya…demasiado para mí y mi afición por la publicidad.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >Porque mira que me gusta ver los anuncios…y hay muchos que me emocionan (fan absoluta de la publicidad emocional) pero al final, tendemos a hablar de lo que menos nos gusta. ¿O no? <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" >Prometo hablar otra vez de Ikea…</span><span class="Apple-style-span"><o:p></o:p></span></span></p>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-29214012878743419572011-10-05T08:19:00.000-07:002011-10-05T08:26:26.463-07:00¡Vivan los novios!<p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Lo he intentado, pero no lo he conseguido. Llevo días intentando evitar escribir algo sobre la boda de la Duquesa de Alba. Pero no lo he conseguido. Finalmente, sucumbo. No puedo más. Táchenme de oportunista, si quieren, porque de tanto evitarlo, lo escribo hoy, día del evento.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Verán, no quería escribir porque no estoy de acuerdo con casi nada de lo que se está diciendo. Yo soy pro Duquesa, pero también pro Alfonso. Yo soy una defensora de la vida, de disfrutar de la vida, de ser feliz en la vida, de disfrutar de esos momentos felices que componen la vida.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Y me da igual que tenga ochenta y cinco años una, y sesenta el otro. Ella quería casarse, sea por el motivo el que sea, y él estaba allí, a su lado, sea por el motivo que sea, para casarse con ella. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">No creo que Cayetana no tenga sentido común, ni que haya perdido la cabeza. Lo único que tenía ella era un deseo: quería esa boda en Dueñas hoy con él. Y lo ha hecho. Pues un ole por ella. Y como no, un ole por él, que lo que está haciendo Alfonso es cumplir el deseo de una persona que está a su lado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Pero como es este un país de envidias, esto está llenito de señoras que lo critican. Posiblemente porque ellas no tuvieron nunca a su lado, ni tan siquiera por interés, a nadie que les cumpliera sus caprichos y por tanto, les aportara la felicidad que ellas demandaban. Pues se siente, la Duquesa sí lo tiene. Aunque sea a base de un sueldo, ¿y qué? Este país está lleno de mujeres que viven con unos maridos a los que no quieren y que están con ellos porque son directores de, economistas en, asesores de…y tienen un chalé en la Moraleja. También está lleno de hombres que están con mujeres a las que no quieren pero que les sirven porque quedan bien con sus mechas rubias sentadas en una cena de gala. ¿Cuál es la diferencia?<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">La Duquesa de Alba además, tiene ochenta y cinco años, edad más que suficiente para que nadie tenga ningún derecho a valorar lo que hace y deja de hacer. Es mayorcita ya para saber lo que quiere. Le podía haber dado por casarse o por comprar una isla en las Bahamas. Es ella, es su dinero y es su vida, ¿qué derecho tiene nadie a juzgarla? ¿Se ha metido ella en la vida de los demás? <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Especialmente esto me molesta por parte de los hijos. Los de ella y los que salen estos días a decir, con la boca llena, eso de “si fuera mi madre yo no lo hubiera permitido”. A ver un momentito… ¿qué tiene que permitir un hijo a sus padres? El mundo al revés. Este tema sí me pone de mal humor. Ningún hijo tiene derecho alguno a decidir ni a meterse en la vida de sus padres, precisamente por eso, porque es su vida. Y con nuestra vida, que es solo nuestra, cada uno hace lo que le viene en gana. Era lo que faltaba tener que pedir autorización a un hijo. Y encima preocupados por en qué se gasta su dinero, que es suyo, su madre. Pensando en lo que les va a quedar. Prometo hablar otro día del tema de las herencias, que me da sarpullido también. El dinero, casas, o las joyas del siglo XV que uno tenga son suyos, para disfrutarlo uno mismo, así que si sobra cuando me muera, que lo repartan, y si me lo gasto todo y lo vendo todo, mío era, mío fue. <span> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">El eterno tema. Padre o madre separado que rehace su vida. Hijo o hija que no le parece bien. No me entra en la cabeza. ¿Por qué tienen que tener más derecho unos que otros a hacer lo que quieran en su vida? Y más llegados a una edad, con ochenta y cinco años… <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Aviso a mis futuros hijos: ni se os ocurra meteros en mi vida. Ni se os ocurra. Mi vida es mía, la vuestra va a ser vuestra y lo que vamos a hacer es poner en común parte de ellas, pero en armonía. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Y si con ochenta y cinco (ojalá llegue a ellos) me da la gana de casarme de nuevo (espero que con vuestro padre) o me gasto todo lo que me queda jugando al cinquillo, pues dejadme en paz. Porque será mi vida, será mi dinero y será mi deseo. Y tengo todo el derecho del mundo a tener absoluta potestad sobre ella.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Así que no me importa en absoluto que la Duquesa se haya querido casar, me parece estupendo, y que Alfonso haya decidido hacerlo me parece todavía mejor.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Y no me importa en absoluto que estén o no enamorados, que estén o no a gusto el uno con el otro o que haya un interés monetario de por medio. Es su vida, es su decisión y no considero que nadie haya engañado a nadie. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Así que… ¡vivan los novios!<o:p></o:p></span></p>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-86868524068595557412011-09-30T07:57:00.000-07:002011-09-30T07:58:33.962-07:00Tonta<p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Soy gallega. Eso que quede claro desde el principio. Que no me escondo, que hablo desde el amor a mi tierra y a mi gente, que al final soy yo misma. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">En julio de 2009, todos los gallegos celebramos que por fin, la Real Academia de la Lengua eliminó la acepción de “tonto” de la definición del término “gallego”. Pero parece que a algunos todavía no les quedó claro. Que alguien por favor, le haga llegar un diccionario a Artur Mas en el que aparezca subrayada esta palabra. Que no, señor Mas, que no somos tontos, por más que el diccionario lo dijese hasta hace un par de años. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">En cualquier caso, sigue constando en el diccionario que somos “tartamudos”. Todo esto viene porque dice la RAE que en El Salvador se sigue usando. En fin, no sé, pero desde luego tartamudos así, en general, todos los gallegos, no somos. Los hay, claro, pero también allí tenemos logopedas. Quizá el señor Ms se agarrase a esta definición para decir eso de que a los gallegos no se nos entiende cuando hablamos en castellano. No sé qué puede alegar para decir lo mismo de los andaluces, habrá que verlo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Esta manía es muy española (lo siento, Mas, esto no le va a gustar). Esto de explicar algo poniendo verdes a otros. Para ensalzar a los niños catalanes hay que desprestigiar a los gallegos y a los andaluces. Pues muy bien, ¿esa es la <span> </span>política? ¿No tiene usted argumentos propios para defender a sus niños? Niños que, por cierto, seguro que hablan fenomenal en castellano y en catalán, es su obligación, por otra parte, igual que la mía, que fue hablar y comprender y escribir y no tener faltas de ortografía en castellano, pero también en gallego. Vamos, que nosotros también tenemos otra lengua, que también somos bilingües, que también merecemos nuestro reconocimiento igual que sus niños catalanes y lo mismo que los niños vascos. Que son tres las lenguas que existen en España además del castellano, señor Mas.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Parece que Rosa Díez sentó precedentes. A ella también ser gallego le parecía lo peor, ella misma dijo “gallego en el sentido más peyorativo del término”. Tartamudo será entonces, porque otro sentido peyorativo de gallego no encuentro, y además, ser tartamudo tampoco me parece nada grave. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Pero qué manía de meterse con los gallegos. No, no somos tontos, no somos catetos, no somos narcotraficantes… ¡qué manía de generalizar! ¡Impresionante! Visto así, soy rubia, por tanto, tonta; gallega, por tanto más tonta aún y encima fui de la primera promoción de la LOGSE, no digo más.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Tahoma","sans-serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Agradezco sus disculpas, que las ha pedido hoy mismo, pero considera sus palabras una “afirmación desenfadada”, verá, señor Mas, los políticos también cobran por lo que dicen, igual que hacemos los periodistas, así que en nuestro sueldo, en el suyo y en el mío, también va el tener cuidadito con las palabras que salen de nuestra boca, cuidadito con molestar a nadie, cuidadito con no cometer errores graves…que los gallegos no le votamos, señor Mas, pero los de Galicia, porque dese una vuelta por Cataluña a ver cuántos hay. A lo mejor ellos no le entienden a usted a la hora de meter la papeleta de CiU. <span> </span>Igual que no entendimos a Rosa Díez.<o:p></o:p></span></p>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-44023312692769744492011-09-15T09:17:00.000-07:002011-09-15T09:20:36.485-07:00Yo nunca he...<p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Volvía a casa después de trabajar. Dirigí al taxista hacia mi calle, diciéndole que tenía que coger la esquina del McDonald’s. Su respuesta: no sé dónde está porque nunca he comido en un sitio de esos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Estupendo, señor. Tampoco le había pedido esa información. Me parece maravilloso que usted cuide su dieta, que se alimente equilibradamente, que tome sus tres raciones diarias de fruta y verdura, que tome lácteos y pescado azul y que haya descubierto que el tomate es un gran antioxidante. Lo digo en serio, me parece genial que su analítica sea de diez, pero…yo solamente le había indicado por dónde se va a mi casa.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">No <span> </span>entiendo esta manía de algunas personas de añadir informaciones superfluas, innecesarias, como para darse a conocer. Señor taxista, si yo quisiera conocerle un poquito más, empezaría preguntándole su nombre, por ejemplo, que es un dato que me gusta saber de la gente antes que saber lo que comen. Así lo hago con otros compañeros suyos que me traen a casa cada noche.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Pero si empezamos a conocernos porque usted me mira mal y me habla en tono despectivo de un McDonald’s, que por cierto, yo tampoco frecuento, como si yo que se lo indico para que no se vuelva usted loco con el GPS ese de los demonios, que tarda más en poner la calle que en llegar a mi casa, lo hiciese porque es mi restaurante favorito, mal empezamos para hacernos amigos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">A esta gente me dan ganas de gritarle… ¡que no me importa! Luego, me doy cuenta de que quizás me alteren demasiado este tipo de comentarios. Hay más, además de la gente que dice que no como hamburguesas prefabricadas. Están también los de Gran Hermano. “Ay, no, yo es que nunca he visto Gran Hermano”. Pues o tienes la televisión apagada de sol a sol, o no la tienes, pero si no puedes afirmar ninguna de estas dos cosas, mientes. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Porque otra cosa no, pero Telecinco, repetir a todas horas y en todos los programas sus <i>must</i> de los realitys, eso se le da genial. De hecho, creo que este verano vi más a Amador Mohedano abrazarse en el suelo de la playa con Rosa Benito que a la frutera de mi barrio. Por cierto, ya que estamos, ¿también pensasteis por un momento que la Venenito iba a morir aplastada?<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">En resumen, me parece estupendo el que va al McDonald’s una vez a la semana, me encanta el que va y pide una ensalada, me parece genial los que ven Gran Hermano 24 horas, y también los que se saben el nombre de todos los concursantes, de todas las ediciones, y las relaciones entre ellos (esto merecería un premio, de hecho), y claro está, me parece igual de bien, que usted, amigo del taxi, no vaya nunca a comer un big mac; igual que me pongo contenta con los que escuchan la radio y no tienen tele para ver realitys en casa. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Pero de todas maneras, no son datos que me apetezca saber de la gente que acabo de conocer. De hecho, en el taxi, después de la respuesta del taxista, ordené en una lista a mis amigos entre los que comerían en un McDonald’s y los que no, y todavía tengo dudas…<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:12.0pt;line-height:115%;font-family: "Georgia","serif";color:#984806;mso-themecolor:accent6;mso-themeshade:128">Y a todo esto…este señor sabe qué es ese restaurante, por tanto, podría saber dónde está aunque nunca entrase, o a caso porque yo nunca haya dado las campanadas de Nochevieja, ¿ya no puedo saber dónde está la Puerta del Sol?<o:p></o:p></span></p>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-18685102058882712252011-09-06T06:34:00.000-07:002011-09-06T06:36:39.972-07:00Ceviche de langostinos<p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" >“Tengo que quitar el ceviche de la carta, a nadie le gusta”, nos dijo el camarero entre sollozos. Había sido una idea suya, para renovar un poco la oferta del restaurante, pero resulta que a la gente le encanta comer pescado crudo en forma de sushi, pero no en forma de ceviche de langostinos. “A nosotras nos encantó”, dijimos. Mi hermana de verdad, yo un poco por pena, <span> </span>porque a mí tan crudo y tan aliñado no me entusiasmó demasiado tampoco y entendí que lo tuviera que sacar de la carta.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" >El que no parecía entenderlo era él, que nos lo contó tan afectado que estuve a punto de decirle que nos sacara otra ración, que nosotras lo íbamos a disfrutar. El hombre estaba triste, porque una idea suya no había llegado a buen puerto, y en la cara se le notaba que lo consideraba un fracaso de nueva temporada. </span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" >Luego, unos días más tarde, leí que no estamos preparados para el fracaso, porque la sociedad que se ha ido construyendo (hablo en impersonal que es mejor para no ofender a nadie) no nos ha enseñado que en la vida, también se puede perder. Nos hemos acostumbrado a ganarlo todo, o a querer ganarlo todo. En el cole teníamos que ser los de las mejores notas, los mejores deportistas, los que hicieran las mejores marcas en las ligas, los más guapos, los más populares de la clase…siempre los más. Pero es que eso no sólo fue en el cole, en las siguientes etapas de estudiantes, también, y en el trabajo, por supuesto que también. </span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" >La ambición es buena, pero sabiendo que aunque pretender siempre ser el mejor y el más acertado está bien, no siempre se puede. También se pierde. También las cosas salen mal. También se aprende de eso. También, el ceviche de langostinos puede no tener éxito y tienes que sacarlo de la carta.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" >Pero es que apenas tenemos herramientas para el fracaso. ¿Qué hacer? ¿Cómo tomárnoslo? Pues como un aprendizaje más, supongo, y como un puntito más en aquella frase que me lleva diciendo desde niña un buen amigo: el que no arriesga, no gana. Por tanto, arriesgar también significa perder. Y no pasa nada.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" >Si ese plato que elegiste, que creíste que era bueno, que iba a gustar, no funciona, pues te inventas otro, y sacas la conclusión de que esto es España y que aquí crudo, lo justo, japonés y poco más…digo yo, por decir algo. Pero no te disgustes, no te sientas fracasado, porque es tan sólo un error, de esos que tienen fácil arreglo y poca importancia.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" >Además de saber perder, deberíamos relativizar un poco lo que nos pasa, sé que usar argumentos como que la vida es demasiado corta para complicarnos, está demasiado visto, pero… ¡es que es una gran verdad! Pasamos el tiempo torturándonos por errores que cometemos, que nosotros les ponemos la etiqueta de fracasos, en lugar de aprender de ellos y mirar hacia delante, sin más. Que tampoco es para tanto.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" >¡ Que con langostinos se puede hacer hasta una ensalada ! </span></p>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-41413147949247058712011-05-21T04:34:00.000-07:002011-05-21T04:37:42.451-07:00Spanish Revolution<span style="font-family:georgia;color:#993300;">Llevo casi cuatro meses sin escribir nada y desde luego que esta es la confirmación más evidente de que actualmente, cada día se suceden tantas noticias que ni tan siquiera a diario estás actualizado, ya no digamos en cuatro meses. </span><br /><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">Pero es que desde mi último post donde rezaba “Me gusta el fútbol” han cambiado muchas cosas. Ya no me gusta el fútbol. Miento, el fútbol sí, pero no lo que se nos ofrece. No me gustan tantos minutos de televisión y tantas líneas de periódicos y tanto espacio en las web dedicado no a este deporte, sino a lo que lo rodea: cuatro Barça-Madrid han hecho estragos en mí. Tanto Mourinho y tanto Guardiola más todavía. </span><br /><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">Pero sobre todo, lo que yo decía en ese post de hace cuatro meses (el siglo pasado informativamente hablando) es que lo que más rabia me daba es que nadie se juntase para protestar sobre nada ni para pedir nada, que en España sólo se reunían grandes cantidades de gente por y para el fútbol. </span><br /><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">Me retracto, señores, mis más sinceras disculpas. Llevo una semana escuchándoos, viéndoos, cogiéndoos el teléfono, y prácticamente oyendo vuestras consignas pacíficas desde mi casa. Mis disculpas por no haber confiado y sobre todo, mi enhorabuena. </span><br /><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">He visto vuestros toldos, vuestras caras, he escuchado vuestras voces y me he emocionado. Pero de verdad, como cuando los actores se despiden del público en el teatro, como cuando bajan sus cabezas y la gente se pone en pie, y sigue aplaudiendo, y no paran, y los actores suben y bajan cogidos de la mano una y otra vez y se miran, y miran a su público, y también se emocionan: seguro que en ese momento recuerdan todo lo vivido hasta llegar hasta ahí. En el teatro siempre, siempre, rompo a llorar en este momento. Da igual que la obra haya sido una comedia. Y con vosotros, me ha ocurrido exactamente lo mismo. </span><br /><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">Os he escuchado decir paz, os he visto miraros unos a otros, os he visto dormir ahí, vi vuestras pancartas en cartón, vuestra organización perfecta, vuestros gritos silenciosos, vuestros aplausos…y me he emocionado. Y yo, que presumo desde hace años de voto clarísimo, de militante convencida…a mí, me habéis hecho dudar.<br /></span><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">Porque os he visto y sois tan jóvenes como yo pero tan mayores como mi abuela. Y ya no es que sepa que tenéis razón en la mayoría de vuestros manifiestos, es que estoy completamente de acuerdo con vuestro modo de llevarlo todo a cabo, con vuestra manera de hacer, y sobre todo, nunca, jamás, creí que algo así podía pasar en este país, que es el vuestro, y también el mío. Y que haya ocurrido me ha vuelto hacer creer que un mundo mejor es posible, que no está todo perdido en esta gran obra de teatro que es la vida, que existen actores que se cogen las manos, que se miran entre ellos que miran a su público, que al fin y al cabo, es igual que ellos y que se emocionan, y que hay quien aplaude y que hay incluso quien se pone en pie, y que hay una tonta en alguna fila de en medio escondida detrás de sus gafas llorando.<br /></span><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">Pensaba que los humanos estábamos deshumanizados, que en esta España mía, esta España nuestra, cada uno iba a lo suyo, y que para todos se había vuelto más “mía” que “nuestra”. ¿Qué hay de la sociedad, de estamos todos juntos, de luchemos unidos, de esto nos perteneces a todos, de salvemos lo que necesitamos, porque lo necesitamos juntos? Eso pensaba continuamente y mira, me habéis callado con un simple cruce de piernas delante del reloj que da las campanadas.<br /></span><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">Democracia real ya. No lo podíais haber descrito mejor.<br /></span><br /><span style="font-family:georgia;color:#993300;">GRACIAS.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-57730943389147195332011-01-23T11:39:00.000-08:002011-01-23T11:59:43.179-08:00ME GUSTA EL FÚTBOL...<span style="font-family:georgia;"><span style="color:#cc6600;">Me gusta el fútbol. Y no porque sea rey en casa por un día, ni porque haya veintidós maromos corriendo, ni porque sea muy forofa de ningún equipo, ni tan siquiera porque me garantice ratos de ocio los domingos.<br />Nada de eso. Me gusta el fútbol como socióloga frustrada que algunas veces me siento. Me trataré de explicar.<br />El fútbol es bar, es cañas, es gritos, es patatas bravas, es niños con camiseta de su equipo, es risas, es llantos, es cabreos, ¡es de todo! Me encanta ir a un bar, especialmente a uno que está al lado de casa, y ver el fútbol. Pero me doy cuenta que la mayoría de las veces no estoy mirando la pantalla, sino la gente que hay en el bar. Son personajes. Personajes del fútbol.<br />Está el señor mayor que ya se lo sabe todo, y que cree que estos chicos de ahora ni corren ni nada. Está el chaval joven, que lleva el kit completo: gorra, camiseta y muñequera de su equipo, y que es altera e indigna a partes iguales cada vez que no pitan algo a favor de su equipo, y grita, también grita bastante. Está también el tranquilo. Este es el que se toma la caña con calma, mira la pantalla como si mirase un punto fijo del infinito para mantener el equilibrio, y ni se emociona ni se enfada demasiado. Es el que suele hacer un “uy” o un “pff” a medida que van pasando cosas en el equipo.<br />Luego están las novias, las novias de los que van al bar a ver el fútbol: las hay futboleras, las hay que no les importa nada y aprovechan para mandarse sms con sus amigas (quizás hoy día debiera decir twitear), las hay que aprovechando que hay muchos hombres, y sin darse cuenta que uno de ellos es su pareja, intentan ronear con camareros y clientes a partes iguales como modo de diversión, y están las novias como yo, que miran más a la gente que a la pantalla. No sé en qué categoría debería incluirme entonces.<br />Me divierte y también me enfada un poco, la capacidad de movilización que tiene la gente para el fútbol. Quedan, se reúnen, se van a un bar, lo ven, se enfadan, se alegran, protestan, ven el partido y leen la crónica al día siguiente en el periódico y ven los deportes en la tele a ver qué dicen del partido, y reflexionan y piensan y ven si estaban en lo cierto cuando hacían comentarios sobre el árbitro en el bar…<br />Ahora por un segundo imaginen que la gente hiciese todo esto después de una jornada en el Congreso de los Diputados, o después de haber visto un debate político, o tras la aprobación de una ley…<br />Pero esto no creo que pueda ser posible. Sí frente a veintidós hombres que lo dan todo (físicamente) para sacar adelante un equipo de fútbol. Sí frente a su equipo, que es normalmente el mismo que el de algún familiar, sí frente a noventa minutos de televisión.<br />Alucino un poco a veces en medio del bar. Me dan ganas de ponerme a explicar que esos veintidós hombres, con sus entrenadores y presidentes no van a hacer nunca, ni aunque ganen tres tripletes, que baje el paro. Tampoco van a derogar la Ley Antitabaco (que afecta en esos bares donde ven ese fútbol, por cierto), y tampoco creo que vayan a emitir ningún comunicado que anuncie el fin de ninguna formación violenta (ni de los ultra siquiera). Y sin embargo, por ellos lo dan todo, por ellos se enfadan y se abrazan los unos con los otros.<br />Tanta gente como la que se junta para ver un partido en contadas ocasiones vemos juntada en ningún otro lugar para alguna otra cosa menos deportiva.<br />Una cosa tengo que decir: los que se juntan para las Rebajas y se van de tiendas tampoco creo que se manifiesten para nada más que para exigir un 70% en lugar de un 50%.<br />No debe ser sólo el fútbol…</span><br /><br /></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-57001031727791666922010-07-23T06:21:00.000-07:002010-07-23T06:40:00.828-07:00Amor de verano<span style="color:#993300;">Leyendo artículos de verano de varias revistas me he dado cuenta de algo que nunca he tenido en la vida. Seguro que hay alguna cosa más pero de ésta me he dado cuenta hoy leyendo y leyendo: nunca jamás he tenido, disfrutado ni padecido un amor de verano.</span><br /><span style="color:#993300;">No creo que tenga mayor importancia pero el caso es que yo no podría responder a esas preguntas de las entrevistas estivales sobre mi recuerdo de amor adolescente en el lugar de veraneo, mis lloreras al volver de vacaciones por dejar allí a mi nuevo amado, mis puestas de sol apasionadas...nada, ni una de estas cosas. ¿Será esta mi tara? ¿Será esta falta en mi pasado un trauma con consecuencias brutales?</span><br /><span style="color:#993300;">La verdad es que nunca lo había pensado pero también es verdad que nunca me había dado cuenta hasta hoy. Cuando hablo de amores de verano me refiero a esos de los que hablan las revistas: impulsivos, breves, intensos, apasionados y trágicos. Y con algo de obligatorio cumplimiento: que hayan sido disfrutados o sufridos durante la época estival: playa, biquini, palmera, chiringuito, bañador, piscina, helados...Porque claro está, de esos amores que describo algo sé, pero nunca han sido veraniegos.</span><br /><span style="color:#993300;">Será que soy gallega y aquí el tiempo tampoco es que acompañe, o que una de mis canciones favoritas sea <em>Canción de invierno</em>, qué sé yo. El caso es que los amores que disfruté en verano venían de la primavera o si comenzaron en verano continuaron en otoño, así que no valen para ninguna entrevista.</span><br /><span style="color:#993300;">Si me paro a recordar (tarea en ocasiones necesaria y otras desaconsejada) lo que recuerdo del amor en verano son rupturas. Vaya. </span><br /><span style="color:#993300;">Si algún día alguien quiere una entrevista de verano con mi persona o personaje tengo tres opciones: o me invento un amor de verano, o cuento una ruptura, o cuento el inicio de un amor para toda la vida. </span><span style="color:#993300;">Pero de pasiones arrebatadoramente playeras, que duran unas vacaciones, que hacen subir al cielo y bajar a los infiernos, de eso bajo el sol nada de nada. </span><br /><span style="color:#993300;">¿Por qué nadie habla del amor de navidad? ¿O del de Semana Santa? No son lo mismo que en verano, claro, cambia el decorado. </span><span style="color:#993300;">Y se pierde la magia del entorno, porque amor ligero de ropa, adolescente, intenso...al calor de la chimenea con el árbol y el belén de fondo, entiendo que no es lo mismo.</span><br /><span style="color:#993300;">Quizás para tener un amor de verano haya que amar al verano mismo, porque, osando reflexionar sobre esto sin experiencia, esa intensidad, pasión, amor, arena, sol, fuego, dolor terrible por la separación, angustia de la distancia, miedo a perderlo para siempre, desasosiego de las primeras nubes...¿no es eso acaso amar el verano y no al veraneante?</span><br /><span style="color:#993300;">Porque, por lo que he leído, todos los amores de verano comparten rasgos y características y son todos bastante parecidos. Son como las vacaciones mismas: te lo estás pasando genial, tan genial que pasan rapidísimo y siempre tienen un fin (de esto sí sé algo más).</span><br /><span style="color:#993300;">Así que los enamorados estivales quizá se estén enamorando de la propia estación. Lo siento, siento tirar al suelo sus grandes e intensos amores cíclicos pero creo que no eran del todo reales. </span><br /><span style="color:#993300;">Salvo que alguien a quien no le guste el verano levante la mano...</span><br /><br /><br /><span style="color:#993300;"></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-74357656755448963522010-07-13T10:33:00.000-07:002010-07-13T10:50:04.111-07:00Yo soy español, español, español...<span style="font-family:georgia;color:#993300;">Ríos de tinta, océanos de tinta, han corrido desde que España (¡España. España!), comenzó a cosechar éxitos en este Mundial del mundo mundial que acabamos de ganar (habrán escuchado ustedes aquello de que las finales no se juegan, se ganan).<br />Y nosotros hemos ganado, hemos jugado, hemos disfrutado, hemos vibrado, hemos cantado, hemos goleado...hemos, hemos, hemos...¿Se han fijado? Me recuerda a la época colegial, cuando uno aprobaba era él el que aprobaba, sin embargo, si uno suspendía, lo suspendía el profesor.<br />Resulta que después de meses y meses escuchando que España entra en crisis, que el Gobierno no sabe manejar la cuestión, que la oposición está hasta el cuello de tramas de corrupción, que la educación decae...resulta que ahora nosotros ganamos el Mundial y la Roja somos todos.<br />Eso sí, la España que entra crisis es un ente en tercera persona que poco o nada tiene que ver con nosotros; el Gobierno (votado por ciudadanos, elegido por ciudadanos) es el culpable; nunca nosotros; la oposición (votada por casi la otra mitad de los españoles) y sus asuntos de corrupción nos pillan de lejos; y la educación parece que sea un nuevo gas que flota en el aire y cae sobre unos cuantos elegidos. No somos nosotros, "es cosa de la educación".<br />Ahora bien, un equipo de 23 chavales (grandes deportistas, por supuesto), que ninguno de los ciudadanos como usted y como yo eligió, que sólo desarrollan lo mejor que pueden su profesión (como usted, como yo) juegan una final de fútbol y la ganan, eso sí, compatriotas, eso es el triunfo de un país entero. Ahora resulta que somos como la Hacienda que tanto criticamos y España "somos todos".<br />Y ganamos un Mundial, así, en segunda persona de plural, que lo ganamos todos, oiga.<br />La crisis en la que se metió este país (él solito, en plan "hola, soy un país") no es cosa nuestra. No éramos nosotros los que pedíamos préstamos, no éramos nosotros los que concedíamos créditos sin avales, no éramos nosotros los que especulábamos con pisos y chalés, era el país, que debe ser una especie de dibujo animado con forma de piel de toro.<br />Sin embargo, sí somos nosotros los que derrotamos a Holanda, y somos todos los españoles los que tenemos una copa del mundo.<br />He podido pasar páginas y páginas de periódicos que hablaban de crisis, de gürteles varios, del IPC...pero he de reconocer que he amanecido enchufada a la tele, pegada al periódico, viendo una y otra vez las imágenes de nuestro éxito histórico. Porque esta vez, no como en otras, la cosa va conmigo. Y no porque sea una de las futbolista, ni siquiera la seleccionadora nacional, esta vez va conmigo porque yo soy una de esos "nosotros" que ganamos el Mundial.<br />Pero yo como ustedes, no formo parte de la crisis, de la especulación ni del Gürtel, pero yo soy fiel a la roja. Al IPC, ya veremos...</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-20025445449036514362010-05-25T07:09:00.000-07:002010-05-25T07:12:14.295-07:00Comunicación desconocida<span style="font-family:georgia;color:#996633;">Estaba leyendo un artículo sobre la comunicación entre desconocidos, entre vecinos, con el quiosquero…y resulta que según se dice se está perdiendo la costumbre de los holas, qué tal, cómo está usted. Las famosas conversaciones de ascensor dejan paso a silencios que ya no son incómodos.<br />Me ha dado pena. Porque yo creo que los grandes momentos de la vida son los pequeños momentos. Esos hola con una sonrisa que te dedica un vecino y que te hace sentir viva, parte de lo que se mueve, perteneciente a un mundo que es también el tuyo.<br />Y además, los grandes pequeños momentos son también los que se comparten con desconocidos, o casi desconocidos, como los buenas tardes de la del súper donde compras siempre, ella sabe que tú siempre llevas pan bimbo y tú sabes que ella va a la pelu una vez a la semana, porque luce melena orgullosa.<br />Y los compañeros de trabajo son otros grandes desconocidos conocidos. En las empresas algo grandecitas, donde trabajamos muchos pero nos conocemos pocos, un qué tal de esos que no significan nada hace que te sientas parte de ese mucho, de ese todo del que en realidad formas parte, pero necesitas reafirmarlo con un “¿quieres algo de la máquina?” de alguien del que sólo sabes su nombre y que puesto ocupa, si acaso.<br />Porque en esos pequeños gestos demostramos todos mucho más de lo que creemos, si es que algún momento le habíamos dado importancia. Cuántas veces un qué tal de esos me ha hecho entreabrir la boca para soltar todo lo que realmente diría si el qué tal fuera de verdad, y no decirlo me alivió tanto…Cuántas veces una sonrisa me ha hecho creer que el día no estaba del todo perdido, cuántas veces una pequeña ayuda como la de decir hacia dónde tiene que colocarse una hoja para un fax me ha servido para sentirme rodeada de personas dispuestas a ayudar.<br />Pero a veces de todo esto sólo nos damos cuenta cuando falta alguna persona que siempre está en el decorado que estamos acostumbrados a ver y al que no damos ninguna importancia. Por ejemplo: qué pasaría si mañana fuéramos a tomar un café y el camarero de siempre fuera sustituido por otro? Nos preguntaríamos: le habrán echado, se habrá ido, le habrá pasado algo…?<br />Pero cuando pedimos cada café a veces no pensamos más que en tomar ese café. Nada de sonrisas, de qué tal, de hola camarero de toda la vida, te conozco, me conoces, mirémonos como conocidos que somos. Nada. Nada más que nosotros. Pero y ellos, que hay de ellos? Porque nosotros también somos ellos. En algún momento, el receptor de la sonrisa y del hola amable y de las gracias eres tú, y entonces, también te da igual que nadie te mire a los ojos y que todos actúen como si fueras un objeto inanimado?<br />Prefiero que nos miremos, que nos hablemos, que nos preguntemos, que todos nos hagamos sentir parte implicada de todo esto, que para bien o para mal, estamos construyendo entre todos día tras día. </span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-50029066372942708372010-04-28T06:51:00.000-07:002010-04-28T06:53:16.677-07:00Ocho años de Gran Vía<span style="font-family:verdana;color:#996633;">No recuerdo exactamente la primera vez que pisé la Gran Vía, creo que era una infante. Tampoco recuerdo la primera vez que pisé la Gran Vía cuando me vine a estudiar a Madrid. Y sin embargo, ahora no puedo dejar de pisarla.<br />Pertenezco a esa clase de personas que han decidido vivir en el centro de la ciudad, al lado de esta calle que cumple años, para convertirla así en mi barrio, además de ser la calle por la que circulan toda esa apabullante cantidad de coches, ambulancias, motos y sobre todo, personas mirando a ambos lados, porque hay tantas tiendas, tanta gente que mirar y tanto todo, que es imposible ir centrado , por eso nos chocamos tantas veces unos con otros.<br />Sirve de terapia. Uno se levanta, sale de casa, camina por esta calle que ya hace demasiado tiempo que perdió la cuenta de las pisadas que lleva encima y se siente de otra manera. A mí la Gran Vía me sirve para coger aire. Sí, como esas personas que van al campo a respirar aire puro, a mí el aire que respiro en Gran Vía me da la paz que necesito. Estaré loca, y posiblemente contaminada por dentro, pero me encanta disfrutarlo. Por fin una calle que se mueve sola, que se mueve siempre, que nunca duerme ni descansa, una calle que puedo transitar una y mil veces y que siempre es distinta.<br />Siempre veo algo que me gusta, algo que no me gusta, algo sobre lo que me gustaría escribir, alguna chica a la que me gustaría copiar su look, algún mayor del que me gustaría aprender, algún niño que me gustaría tener…Siempre veo algo, y siempre es distinto.<br />Y da igual que haya tratado de convertirla en mi barrio, porque la Gran Vía no es monótona por más que una quiera. Ella tiene vida y ritmo propios, de nada vale lo que intentemos los que la pisamos, andamos, machacamos y adoramos.<br />La Gran Vía te hace sentir que estás en donde quieres estar, que paseas por donde quieres pasear y que la vida es que haya vida, y no puede haber un lugar donde haya más. He leído miles de artículos, he leído miles de crónicas, miles de historias sobre esta calle y sigo leyendo con las mismas ganas y la misma curiosidad. Siempre me interesa, nunca cansa porque nunca es la misma.<br />En ocasiones ríe, es una fiesta, se viste con banderas multicolor y da la vuelta al mundo. Otras veces llora triste recordando a alguien que ya no está. A veces incluso grita, muy alto, y se manifiesta. Es capaz de acogerlo todo.<br />Hay heavys, hay pijos, hay modernos por doquier. Todas las tribus urbanas, esas que tanto gustan ahora, se reúnen sin pudor, sin complejos y sin odios en la Gran Vía. Incluso las meretrices, ahí están desde hace tanto tiempo que parece que venían de serie con la calle, y que le proporcionan un extra.<br />Es una calle mágica, porque existen pocos lugares que provoquen sentimientos por sí mismos, y Gran Vía es así. No deja indiferente a nadie, porque ella no es indiferente.<br />Ella alardea de sí misma y de sus contactos: actores, directores, cantantes, artistas, periodistas…teatros, cines, tiendas, cafeterías, restaurantes, perfumerías…tiene de todo. Y lo sabe. Y puede presumirlo. Alardea de generaciones enteras que la han disfrutado, alardea de cócteles con glamour en los años 50 tomados por damas de melenas onduladas, igual que alardea de carteristas que trabajan a destajo y que siempre se llevan algo.<br />Quizás esa sea una de sus claves: es antigua y es moderna, es glamourosa y es chabacana, es y no es. Quizás eso sea lo que provoca tantas sensaciones. Puedes ser la estrella más estrellosa de universo o la mariliendre más mari de todas, coleta en alto, carrito de la compra en mano. Y eres parte de la Gran Vía en cualquiera de los dos casos.<br />Para mí, el pulmón de Madrid nunca fue el Retiro.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-39570868212506190722010-04-18T12:14:00.000-07:002010-04-18T12:16:18.303-07:00El colectivo<span style="font-family:georgia;"><span style="font-family:trebuchet ms;color:#996633;">Ahora que no se puede volar por el pequeño volcancito que se ha vuelto loquito, hay que recurrir de nuevo al autobús. Al menos mucha gente tendrá que coger uno, y habrá muchos que incluso estén dentro de uno en este preciso momento. Yo creo que además de hacer un programa de televisión dantesco, el autobús en sí mismo daría para escribir un libro. Los que viajen en autobús de larga distancia me comprenderán.<br />Primero, ya en la estación (lugares horrorosos a los que ya me referí en otra ocasión), con tu billete en una mano y la maleta en la otra, esperas a que el conductor (que puede ser de dos tipos: o el más simpático de la clase o el permanentemente enfadado) te indique dónde puedes meter tu preciada maleta. Luego, el miedo. Miedo a dejar allí abandonada tu maleta, por tu cabeza pasan todos los objetos que llevas dentro de ella. Incluso calculas que con lo que suman tus vaqueros preferidos y un vestido que llevas por si sales, ya te pasas de lo que dan en caso de pérdida. Uf…cómo te dejo yo aquí, tirada entre otras, mi maletita linda.<br />Te armas de valor y la dejas allí. Pero la miras de reojo mientras te acercas a la puerta del autobús. Si has cogido el billete por Internet, tardarás más en subir. Eso de localizar el localizador en un folio es tarea que requiere tiempo. En fin. Subes al autobús, con el corazón en un puño, porque a ver quien te toca de compañerito de camino. Son demasiadas horas, tú llevas demasiadas cosas para entretenerte y lo que no te gustaría que te tocase al lado son demasiadas cosas: no a las señoras que te cuentan las carreras de sus hijos, no al que digamos, ocupa demasiado espacio, no a la que va pegada al móvil para contarle a su amiga “jo tía la que lié ayer”, no al friki de series que lleva el portátil y te querrá comentar el plano tan espectacular que acaba de ver, no al señor que lleva un tupper…uf…alguno de estos te va a tocar seguro.<br />Si has llegado antes que tu compañero, te sientas con cara de “no quiero que seas tú, ni tú, ni tú” a medida que ves pasar a la gente que sube al autobús. Si has llegado después, miras de arriba abajo a tu compi de aventuras durante las siguientes horas e intentas meterlo en alguno de esos grupos. No es ninguno de ellos, o eso parece.<br />Te colocas. Abrigo fuera. Ipod fuera, cascos puestos. El móvil a mano. La última revista sacada del bolso. El agua en el bolsillito red ese del asiento de delante por el que se cuela todo. Ay! Las gafas de sol, quizás hagan falta. Notas frío. Abrigo sobre las piernas. Cuántas cosas y qué poco espacio.<br />Te sitúas exactamente en el espacio que está diseñado para tu trasero. Y lo notas plano nada más salir de la estación. Pero resistirá, piensas, siempre lo hace.<br />Tu compañero no estaba en ninguno de esos grupos, dijimos. Pero de repente, nada más coger la autovía, das con la clave: era una de esas señoras que duermen desde el origen al destino, ronquiditos de vez en cuando incluídos. Ayhs. Mejor que duerma, piensas, pero te distrae.<br />Por varios motivos: por envidia. A ti también te gustaría dormir seis horas, pero no puedes. También piensas que quizás no fuera una de las de las carreras de sus hijos, y te podía comentar algo interesante ( en el fondo, saber que vas a ir seis horas callado te hacen convertirte en la del móvil). Esto te hace pensar que qué dirán de ti los demás cuando eres tú el compañero.<br />Y entonces te dedicas a la reflexión de la vida social y el que dirán y el que pensarán y la moda como elemento marcador de la personalidad….Tantas horas de autobús dan para mucho. Arreglas tu vida, la de todos los que te rodean por la carretera y todavía te queda tiempo para escuchar algo de música y leer un rato.<br />Y piensas que alguien te dijo alguna vez: Buen Viaje. O bien viaje, que dicen en Alicia.</span> </span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-10384803365814143482010-03-16T12:11:00.000-07:002010-03-16T12:12:43.029-07:00Café solo o con ellas<span style="font-family:georgia;color:#996633;">Es el título de una peli que tengo y que aún no he visto. Pero esta tarde he he hecho mi propio argumento.<br />Si tuviera que escribir un guión de película con ese título contaría seguro algo de lo que he hecho esta tarde. Mi café ha sido solo, bueno, con leche, pero sola. Sin ellas, sin ellos…he pedido un café con leche y un donut de chocolate que me ha mirado con ojitos desde la vitrina donde estaba y no he podido más que decirle “ven conmigo, colesterol, ven conmigo, chocolate que me hará liberar endorfinas…” Y así sucedió.<br />Después del segundo bocado al donut ha comenzado a crearse un entorno maravilloso en la cafetería. La camarera, la más salada del lugar; la gente que entraba, guapa a la par que simpática; el café, riquísimo…Y yo en medio de todo eso, tomando un café solo, o bueno, sola.<br />Lo hablaba ayer…he aprendido a disfrutar de la soledad, o más bien, de los momentos de soledad, cuando son temporales y elegidos. No me da miedo ya estar sola, y eso es un aprendizaje que lleva tiempo. Recuerdo cuando llegué a estudiar a la capital, niña de provincias, que lo pasaba fatal cuando cerraba la puerta de aquella habitación y me quedaba sola. Y no se me ocurría nunca, jamás, sentarme en una cafetería sin estar acompañada.<br />Y ahora, me atrevo incluso a pedir algo de comer con el café y a sacar un folio y escribir. Puede llamarse madurez o puede llamarse evolución. No es sólo que lo haga, es que lo disfruto. Porque he aprendido, hace ya un tiempo, a que me guste mi propia compañía, yo mi me conmigo no soy nada aburrida, la verdad.<br /></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-81584026982293845382010-02-25T20:23:00.001-08:002010-02-25T20:25:34.191-08:00Mimetismo Felino<span style="font-family:georgia;color:#996633;">Mimetismo felino. Huele a pitufo. Uñas de Chanel. Ojos verdes. Ojos azules. Ojos grises. Ricitos de oro. Ondas de plancha. Albornoz con las mangas al revés. Cartera de Los Beatles. Agua a cuarenta grados. Espuma de café. Exposición de Warhol. Abrigo de leopardo. Relatos enrevesados. Pies estrechos. Discusiones entre sueños. Cejas anchas. Tiendas que huelen mal. Titos que la aman. Odio a las faxias. Hombreras de Balmain. Flequillo de Kate Moss. Jersey peluchito. Eres tú mi peluchito. Carpeta ordenada. Ugg de zapatillas de casa. Café en la Vintage. Libros en la mesa del comedor. Móvil en silencio. Disco japonés de Pete Doherty. Miu Miu en Fin de Año. Barbie y su columpio. Perfecto de cuero negra. Cabezazos en una atracción de agua. Londres. Respuestas falsas en el oculista. Bolso color camel. Gritos en una canoa en la playa. Conejito en Faunia. Mano dentro del abrigo. Chaqueta de casa colgada en el perchero. Pelo impecable. Dire Straits con trece años. Trabajos perfectos de Educación Física, que no Gimnasia. Señooor. Libros de skins con doce años. Vogue. Bailes de salón, de salón de casa, de sábado a la mañana. Buenas notas en el colegio. Muiñeira con traje verde. Wayfarer en una piscina hinchable en un balcón. Converse de colores. Lágrimas en el cine. Alianza igual que otras dos. </span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-26679994127341201052010-02-07T12:10:00.000-08:002010-02-07T12:12:44.379-08:00Donde cabe uno, caben dos<span style="font-family:georgia;color:#993300;">Donde cabe uno, caben dos…al menos, eso dice el anuncio de Ikea…pero es que tienen razón. Eso es lo bueno de estos anuncios, que tienen toda la razón del mundo. Siempre y cuando, claro está, que uno de esos dos quiera hacer sitio al otro uno, y que el uno que llega esté dispuesto a tener poco sitio.<br />En este caso, donde cabe uno, caben dos, claramente. Y no solamente en una casa llena de cajas de Ikea con ropa interior, sino en una vida. Porque lo difícil no es caber en una casa, sino en una vida. Todos llevamos una mochila a cuestas, algunos, más cargada que el baúl de la Piquer, y es ahí donde empiezan los problemas de caber o no caber. Porque cada uno tiene una mochila, y cargar con la de uno mismo ya es bastante laborioso como para cargar con la de alguien que se presenta en tu vida, la mayoría de las veces sin avisar.<br />Y he aquí donde estamos ante otra de las claves de las relaciones. Si no tienes que cargar con la mochila de nadie, si cada uno carga con su mochila perfectamente, sin necesitar ayuda, si incluso le ponemos unas rueditas como aquellas de las bicis de niños que nos ayudaban a mantener el equilibrio, entonces y sólo entonces, no habrá ningún problema.<br />Y ojo! Que la mochila hay que conservarla, eh? Que lleva su trabajo, su tiempo, su esfuerzo, su paciencia, su impaciencia…ir llenándola a lo largo de la vida no es cualquier tontería! Pero claro, hay que, como todo, saber llevarla. No todas se ponen unos Loboutin y tienen unos pies perfectos y unas piernas torneadas.<br />Cuando uno consigue equilibrarla, y además aprende que no hay que querer mucho (aunque también), sino querer mejor, pues entonces lo que ocurre es que se consigue que donde cabía uno, y estaba cómodo y a gusto, y a su manera; quepan dos y quepan perfectamente, con sus cajas de Ikea, con sus cajones llenos en el baño, con la nevera llenita llenita…y sobre todo, consiguen que en una vida quepa otra, o mejor dicho, que dos vidas se conviertan en una, y entonces, sólo entonces…¡¡¡¡doooonde cabe uno caben dooooos!!!!!<br /><br /></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-67041466387983646082010-01-05T16:02:00.000-08:002010-01-05T16:03:29.111-08:00TERROR EN EL HIPERMERCADO<span style="font-family:verdana;color:#996633;">Me encanta la Navidad, pero no comprendo para nada que la gente se estrese, se ponga nerviosita, se altere, se enfade…¿Por qué? Llevo unos días presenciando escenas de violencia shoppinhera. Me explico:<br />Ayer, una chica en la caja de H&M se volvió loca porque según ella la cajera le estaba entregando mal el cambio. La cajera repasó las cuentas de su caja y le cuadraba, así que no le había dado mal las vueltas. Pues la chica, en lugar de irse tranquilamente pensando dónde habría metido su dinero se dedicó a decir toda clase de improperios sobre la pobre chica de la tienda que se quedó blanca tras escuchar de la clienta (y las clientas siempre tienen la razón así que se tuvo que callar) que era una incompetente, que no estaba bien así, que no valía para nada, y que quería hablar con el director. ¿Director? Gran frase de mi hermana: ¿quiere que venga el sueco? ¿El director general de H&M? Muy fuerte…como mucho, consiguió que se acercase una encargada que intentó tranquilizarla, pero nada…al final se fue, diciendo que volvería. Amenazas entre los vestidos de fiesta de rebajas. Impresionante.<br />Siguiente parada: el VIPS. Resulta que en la cola para la caja dos chicas se indignan porque un señor intenta colarse. El señor se enfada muchísimo, levanta su dedo índice hacia ellas y les dice “Me han llamado maleducado, a mí! Mequetrefes!!!”. Tensión entre las chocolatinas y los calendarios. Al fondo, gente merendando tortitas.<br />En Massimo Dutti, una señora se nos planta delante en la cola de la caja. Le indico amablemente que yo, camiseta en mano, también me dispongo a pagar. Me dice que ella estaba allí antes y que si se mueve y no está en la cola es porque tiene niños a los que perseguir. ¿Niños? Monstruitos tirados en las escaleras de la tienda, arrastrándose por todas y cada una de ellas, impidiendo el paso a todo aquel que quiere subir o bajar, gritando…y mientras, su madre, esa buena mujer que se sale una y otra vez de la cola para atenderlos, lo único que les dice en tono agudo y cariñoso (¿no se supone que está riñendo?) es “Juaaaan, Peeeeedro”…y los niños ni caso, pero ni caso de verdad. Ella con cara de cabreada con varias prendas en la mano, desapareciendo de la cola. Si tienes unos hijos energúmenos quizás no deberías ir de compras con ellos. Enfado entre las camisas de flores de la Provenza y los vestidos a lo Memorias de África.<br />En el mercado las cosas funcionan mejor. Las lechugas están frescas, los calabacines enteros, el frutero sólo pregunta “¿Algo más?” y la de la pollería nos filetea unas pechugas que da gusto verla. Además, el chico que nos pone un cuarto de kilo de cerezas (cerezas en enero! viva!!!!) nos dice “Gracias, guapas” y el pescadero nos sonríe al darnos las vueltas.<br /><br />Conclusión: nuestro Shopping va a ser a partir de ahora por el Mercado de Barceló.<br /><br />Sonrían, señores, que es año nuevo ;)<br /> </span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-2951504835879769022009-12-22T07:55:00.000-08:002009-12-22T08:20:24.865-08:00CANCELADO<span style="font-family:georgia;color:#996633;">Hace poco, muy poco, conté que no me gustan las estaciones ni los aeropuertos. Por no gustarme, ni las quería comprar cuando jugaba al Monopoly.</span><br /><span style="color:#996633;">El caso es que hoy media España ha amanecido, o anochecido, nevada. Nieve para recordarnos que es Blanca Navidad. Genial. Me encanta la nieve, es preciosa, mullida, blanca, y lo más parecido a las nubes que se puede tocar y no mancha como el algodón de azúcar. </span><br /><span style="color:#996633;">Y todo esto pensaba en el coche caminito al aeropuerto más cercano a mi hogar, dulce hogar, a cien kilómetros. Llegamos a tiempo gracias, como siempre, a mi madre. Entramos en ese aeropuerto gris y horroroso y en uno de los carteles de letras amarillo-naranjas leo que todos los vuelos están retrasados. Delayed. </span><br /><span style="color:#996633;">Digo "oohh", pero entonces, miro de nuevo el cartel. Y en una esquinita veo un vuelecito tristito, solito, que pone cancelado y digo "nooo" y mi madre dice "siiiii"...Primera vez que me pasa. Va a ser verdad eso que se dice que hay una primera vez para todo.</span><br /><span style="color:#996633;">Un pequeño ser vestido de azul con colgantes varios al cuello que indican que no es un pitufo sino un empleado de la compañía aérea informa: "O les devolvemos el dinero o cogen un vuelo mañana". Pero ya no era ayer, sino mañana (Sabina dixit), así que de nuevo un viaje de una hora en coche. De vuelta. Mamá al lado. Mamá siempre está al lado. Suerte la mía, al menos tengo una hora más con ella. </span><br /><span style="color:#996633;">Y entonces, comienzo el repertorio de llamadas de mírame ahí ese autobús, no sé si llegaré para cogerlo, no me puedes llevar en coche porque está cortada la carretera, nieve, cadenas...Hablé con tres personas, dos contestadores de la DGT y un pelocho que se llamaba Antonio. Genial.</span><br /><span style="color:#996633;">Escribo esto y suena de fondo "aviones a punto de salir", muy gracioso mi repertorio aleatorio de mi ipod, y muy graciosos los pereza.</span><br /><span style="color:#996633;">Camino de Lugo mirando el reloj para llegar a tiempo a la estación de autobuses. Del aeropuerto a la estación y doble despedida. Día completo. En el autobús sentada escribiendo veo nieve y más nieve a uno y otro lado de la carretera. El paisaje es bonito y tengo seis horas por delante para pensar en la vida. Algún día hablaré de mis viajes en autobús Lugo-Madrid, porque los Madrid-Lugo son otra cosa. Sigo en el bus, somos pocos viajeros hoy, llegaré a tiempo a trabajar. Tengo ganas. Cuando salga no sé si irme a casa, al metro o a Atocha, para visitar una estación de tren que es lo que me falta hoy, Día Internacional de la Estación Gris y Desangelada. Sin ángeles pero con blanca navidad.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7074772714432004451.post-37125297737076829992009-11-25T08:57:00.000-08:002009-11-25T08:58:56.323-08:00Yo amo, tú ama...de casa.<span style="color:#996633;">Según un estudio de The Wall Street Journal, que se publicó hace un tiempo, las tareas del hogar son un potente afrodisíaco. Lo que no han especificado es para quién. Ni cómo. Ni tan siquiera cuándo.<br />Se me ocurren tantas cosas que no sé por dónde empezar. Vamos a ver…entiendo que una tarea doméstica es hacer la cena. Ahí si lo puedo entender, comida, cocina, prueba esto, mira que cucharada de lo otro, te lo doy, me lo das, me pongo el mandilón, me lo quito para poner la mesa…vale…ahí le damos la razón a los wallstretienses.<br />Pero también es una tarea doméstica limpiar el baño. Y limpiar el baño implica limpiar el wc. Y estar agachado o agachada, con unos guantes de plástico amarillos horrorosos, con el bote de un litro de lejía en la mano y el estropajo amarillo y verde en la otra, mientras uno o una se esmera en sacar brillo al interior de la taza...eso no me pone nada. Pero claro, para gustos estás los colores, y también las tareas del hogar. Porque habrá a quien le atraiga, que hay gente para todo, y quizá los guantes de plástico puedan ser un objeto de culto sexual.<br />Hacer la cama puede ser otra tarea doméstica. Ahí es fácil de entender este estudio, porque mientras haces la cama se te puede venir a la cabeza deshacerla, y ya que estás al lado de ella, pues oye, si tienes cerca a alguien se te puede ocurrir alguna perversidad.<br />He leído en varios sitios que no estaban de acuerdo para nada con el estudio, que únicamente entendían que los hombres viesen a las amas de casa, o las trabajadoras fuera de casa que también son amas de casa cuando vuelven del trabajo, con un atractivo especial. Pero en muchos artículos sobre este asunto decían que seguramente una mujer no se emocionase especialmente con un hombre realizando las tareas del hogar.<br />Pues no estoy de acuerdo. Si tienes a tu chico fregando los platos, y se te ocurre plantarle un beso mientras lo abrazas, se te pueden ocurrir muchas cosas más, seas chico, chica, señor, señora, anciano o anciana. Porque con el paso de los años y del tiempo en pareja lo que suele ocurrir es que la rutina, el ver a la otra persona en todas circunstancias y posiciones (que no posturas) hace que decaiga la atracción sexual. Pues entonces este estudio lo único que está haciendo es darnos esperanzas.<br />Si las tareas domésticas son un afrodisíaco, eso significa que con el paso del tiempo y de la convivencia, nos gustaremos más. Nos veremos cocinando, pasando el aspirador, haciendo la cama, limpiando el baño, tendiendo la ropa…un día tras otro, lo que hará que un día tras otro nos gustemos un poquito más. Duele pensar lo contrario, que solamente sintamos atracción cuando estamos estupendos y arreglados para salir a cenar. Malo sería. Con lo monas que estamos las chicas con un moño alto, una camiseta enorme un domingo por la tarde, qué menos que tenga una recompensa. Y con lo guapos que están ustedes, hombres del mundo, con un pantalón de pijama de cuadros y una camiseta de esas de frases célebres, mientras intentan hacer bien la cama…Nos gustan! Nos gustamos! Benditas tareas del hogar…</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/02112295188535704853noreply@blogger.com0